Uno de los grandes desafíos del vino en Alemania está en alcanzar su correcta madurez dado su frio clima. Aquellas uvas que logren este cometido darán origen a los selectos Prädikatswein, que a su vez se dividen en seis subcategorías de acuerdo a su concentración de dulzor; bajo estos encontramos los Qualitätswein o QbA, procedentes de un región específica pero con un nivel menor de madurez por lo que usualmente se recurre en ellos a la chaptalización (adición de azúcar) siendo estos los que encontramos mayormente en las estanterías dentro y fuera de Alemania.

Karl Pfaffmann es una bodega productora de la región de Pfalz o Palatinado, continuación geográfica de la Alsacia francesa, especializada en la producción de vinos masivos QbA, si bien en su catalogo también encontramos algunos Pradikats, cuyos mostos se encuentran disponibles en Chile gracias a Cencosud.

Su Riesling Silberberg Trocken procede de suelos de caliza que ayudan a una mejor madurez y suavizar sus ácidos, resultando en un vino que si bien no cuenta con potencial de guarda ni expresa todo el potencial de la cepa, se presenta como un grato vino blanco seco y ligero.

Amarillo de traza dorada levemente oleoso que en su nariz entrega durazno maduro, almíbar, pomelo, además de tímidas notas de cera y lyche.

A pesar de su perfil seco su boca entrega suaves notas de miel, acidez media alta y un final marcado por amargor cítrico de pomelo y zeste de lima.

Vino que no alcanza un equilibrio del todo perfecto, de baja persistencia, intensidad media y una complejidad que aunque pueda resultar grata dista de mostrar lo que se puede esperar de la variedad.

Nota: 2,8 – Vino al límite de lo correcto, adecuado como vino blanco pero bastante al debe como exponente de una cepa que para muchos es la más fascinantes del mundo.

Buena opción para acompañar platos marinos, guisos ligeros, especiada cocina asiática o recetas ricas en frituras como el tradicional Wienner Schnitzel germano.