
Si hacemos una búsqueda rápida en Google encontraremos más de una veintena de locales, tan sólo en la ciudad de Santiago, bautizados como Bistró. Términos como «alta gastronomía» o «cocina de autor» suelen ser parte de su presentación, la mayoría ofrece reversiones de los clásicos de la gastronomía francesa aunque otros entran de lleno en la fusión culinaria combinando sabores y técnicas europeas, latinoamericanas y orientales. Sin embargo, y a pesar de lo válido que puedan ser, estas propuestas se alejan del espíritu original del Bistró o Bistrot galo, un establecimiento similar a la tasca hispana donde conviven elementos propios de una taberna con los de una cocina de mercado orientado exclusivamente a lo que hoy conocemos como comfort food, y es eso precisamente los que el chef francés, radicado hace años en Chile, Gaetan Eonet busca rescatar en su restaurant Le Bistrot de Gaetan,
Su propuesta se basa en una cocina simple, honesta y perfectamente ejecutada donde lo que prima es el sabor y el respeto por las materias primas utilizadas alejándose completamente de cualquier grandilocuente y vana pretensión sobre todo en el uso de ingredientes selectos como ostras, trufa o foie gras que se hacen presentes tan sólo cuando la receta lo justifica y en la medida precisa.
Cabe señalar que si usted es de aquellos que gustan trabajar en su notebook o móvil mientras merienda es mejor que lo visite entre las 15 y 16 hrs, cuando el flujo de comensales ha disminuido, porque en horario de almuerzo y sobre todo para la cena este Bistrot es particularmente bullicioso y no lo digo en tono de crítica pues al contrario la oferta de sabrosos platos, vinos seleccionados y dedicada atención por parte de su personal siempre alegran el corazón y alientan brindis, risas y distendida conversación.

Su carta se presenta como un amplio abanico de, fiel al espíritu de un Bistrot, lo más clásico y tradicional de las mesas galas destacando entre sus entrantes el Terrine de Foie Gras ($ 16.000.-), su Soupe à l’Oignon perfecta para días fríos (Sopa de Cebolla, $ 6.900.-), un Quiché Lorraine que redefinirá su concepto de crocancia ($ 5.900.-) y si está dispuesto a abandonar la zona de comfort y probar nuevos sabores no pierda ocasión de deleitarse con la Cassolette d’Escargots ($ 7.500.-) en base a caracoles de tierra acompañados de roquefort y tocino al más puro estilo de la Borgogne.
Cabe señalar que sus platos de fondo distan de ser mezquinos por lo que no es extraño que se compartan entre comensales y en su conjunto nos invitan a un recorrido por la nación de Monet y Renoir comenzando por el Tartare de Boeuf (Tartar de vacuno $ 9.500.-) estrella de los restaurante parisinos de comienzos del siglo XX; los Moules Marinières (Choritos al vino blanco $ 7.500.-) emblema de la Bretaña gala, hogar natal de Gaetan; un Confit de Cannard (Trutro confitado de pato $ 11.500.-) a la altura del Cyrano y sus cadetes de la Gascuña; su Entrecóte ou Poivre Noir (Entrecot en salsa de pimienta $ 11.500.-) y Boeuf Bourguignon ($ 9.900.-) que nos trasladarán según nuestra elección a Bordeaux o la Bourgogne; y por supuesto como sugerencia para los aventureros culinarios el Lapin à la Moutarde (Conejo a la mostaza $ 10.900.-) que pareciera hecho en alguna taberna de Montpellier en el Languedoc.

Cualquiera sea su elección no pierda ocasión de acompañarla de unas Patatas Fritas sencillamente perfectas ($ 3.500.-) y un Ratatouille ($ 4.200.-) con el que sentirá los aromas propios de la Provence; pero tengo cuidado de dejar espacio para cerrar la velada con alguno de sus imperdibles postres como Crêpe Suzette flambeado en Grand Marnier ($ 5.100.-), Tarte Tatin ($ 3.900.-) o nuestra favorita Crème Brûlée ($ 3.500.-).
De más está decir que su carta de vinos se encuentra absolutamente a la altura con una perfecta curatoria de vinos nacionales para todos los gustos y bolsillos pero también con buena oferta de mostos galos, Si bien está cambia cada cierto tiempo siempre suele contar con algún Pomerol, Chablis, Beaujolais y Côtes du Rhône, además por supuesto de Crémant y Champagne, este último también disponible por copa (Bérêche & Fils Brut Réserve $ 9.000.-)
Como podrá notar Le Bistrot de Gaetan, reiteramos nuevamente fiel al espíritu de un auténtico Bistrot, le permitirá disfrutar del más auténtico sabor de la gastronomía francesa sin tener que hipotecar su línea de crédito, pero por sobre todo es un magnífico lugar para pasar una grata velada en compañía de familia y amigos.
«La culture se fait dans les bistrots, pas a’ Beaubourg»
(La cultura se hace en los bistró, no en los museos)
Louis Chavalier