
Si se trasladan por un instante al verano de 2021 en Chile, quizás recordarán que una descorcentante copiosa lluvia nos sorprendió a fines de Enero, que fue seguida por días fríos y nubosos que, sobre todo en el litoral central, se extendieron por todo el mes de Febrero lo que de seguro frustró en alguna medida las vacaciones de muchos.
Este verano particularmente frío obviamente tuvo consecuencias a nivel enológico, las uvas de los valles costeros, establecidas en un clima de por sí en un clima menos cálido, maduraron mucho más lentamente que lo habitual, de hecho buena parte de las vendimias se retrasaron hasta avanzado Abril, permitiendo que las bayas no sólo conservaran una mayor acidez sino mostrarán una expresión frutal extraña de ver en nuestros suelos y mucho más propia del Viejo Mundo, la que se hizo mucho más notoria en aquellas parras productoras de frutos de calidad superior.
Casablanca como valle vitivinícola es una región aún joven, sus primeros viñedos fueron plantados a inicios de la década del ’90 por lo que para el mencionado verano del 2021 eran pocas las vides cercanas a los treinta años, edad en la que las parras ya pierden sus bríos juveniles y al igual que los seres humanos al envejecer su andar es más quieto y reposado, sosiego que se manifiesta en una menor absorción de nutrientes con la consiguiente disminución de rendimiento. En términos simples cada planta produce en forma natural menos racimos pero en los que concentra una mucho mayor cuota de azúcares y ácidos.
Small Parcels, anteriormente Pequeñas Producciones, Sauvignon Blanc de viña Casas del Bosque proviene de uno de estos cultivos que ya podemos calificar como «Viñas Viejas» y en 2021 la calidad del mostos obtenido se vió aún más beneficiada por la variable climática.
En este vino sorprenden sus nítidos aromas a pera madura y manzana verde, que usualmente encontramos en blancos europeos, como el Pinto Grigio del Véneto o el Vinho Verde portugués, además de presencia de ruda, descriptor también identificado como «orina de gato», expresión habitual en los Sauvignon Blanc de la cuenca superior del Loira en Francia.
Pero vale decir que Small Parcels no deja de ser un casablanquino de tomo y lomo que también muestra su habitual cebollín, hoja de tomate y sobre todo intenso ají verde que algunos reconocen como el sello del valle.
Su boca es particularmente fresca y ligera pero con el volumen suficiente para presentar un prolongado paso en boca, acidez crocante que en ningún caso resulta agresiva gracias al perfecto modelado de sus ácidos málicos durante la vinificación, y un final donde destaca su perfil salino y mineral que da cuenta de su origen influenciado por el Pacífico.
Quizás la única mala noticia es que el mejor momento de este vino sin duda ocurrió en el momento preciso que fue embotellado, por lo que es necesario conocerlo tan joven como sea posible. No me mal interprete, sin duda seguirá siendo un blanco magnífico por varios años pero paulatinamente irá perdiendo esa acidez explosiva y aromas primaverales que hoy, a poco más de un año de su cosecha, lo convierten en un mosto maravilloso.

