Décadas atrás Nicolás Catena, nombre consular en la vitinicultura argentina, decidió explorar el cultivo de Malbec en los altos valles cordilleranos de Tupungato, específicamente en una antigua hacienda llamada Gualtallary. El resultado fueron vinos igualmente intensos pero mucho más frescos y ligeros que los gruesos mostos de Luján de Cuyo.

Actualmente buena parte de las bodegas argentinas han trepado a las alturas andinas de Uco, Tupungato, Altamira y Gualtallary, en busca del frio efecto de la altura y entre estas podemos mencionar a Doña Paula, perteneciente al grupo chileno Santa Rita, quien nos entrega su Selección de Bodega.

Cultivado a 1350 msnm en el viñedo Alluvia de Gualtallary, fue fermentado con levaduras nativas y luego criado por 20 meses en barricas de roble francés 50% nuevas.

Rubi de capa media+, traza púrpura y ribete claro; en nariz arándano, ciruela, mora, licor de cassis, higos maduros, dulce de leche, silice y tabaco.

Intenso, estructurado y terroso en boca, pero equilibrado en su acidez alta; tanino maduro con algún grado de dulzor; sabor de frutos rojos y negros en su final medio+.

Vino de grato equilibrio que se acrecienta con su evolución, grata y larga persistencia, intenso en sus notas y con una complejidad que da buena cuenta de su origen.

Nota: 4,0 – Muy buen Malbec, particularmente versátil y gastronómico.

Perfecto compañero de parrillas y carnes, como un Vacío a la Parrilla, pero también resulta óptimo para acompañar pasta larga y rellena como Sorrentinos de Jamón y Queso.