Certificaciones como Orgánico, Natural, Vegano o Biodinámico suele estar presentes en las etiquetas de nuestros vinos aunque no necesariamente el consumidor tiene conciencia a que se refieren.

La condición de Orgánico hace referencia al no uso de transgénicos o compuestos químicos en el cultivo y manejo del viñedo; un Vino Natural no considera el uso de elementos exógenos en su vinificación, descartando el uso de levaduras añadidas y sobre todo el anhídrido sulfuroso (sulfitos) encargado de limitar la presencia de oxígeno y extender la vida del mosto; tratándose de Veganos estos no utilizan productos de origen animal como colágeno o clara de huevo usados como espesante y clarificante respectivamente; y por último el concepto Biodinámico hace referencia a la construcción de de un ambiente biosustentable dentro del viñedo que incorpore la presencia de animales, aves, flora e insectos además de guiarse en todos sus procesos por un calendario solar, lunar y astral de acuerdo a los principios de la Antroposofía formulados por Rudolf Steiner.
Viña Emiliana es la propuesta certificadamente orgánica y biodinámica del conjunto de bodegas pertenecientes a Concha y Toro, y además Coyam cuanto con certificación de vino Vegano.
Su nombre significa Roble en mapundungün y hace referencia a la roblería que rodea el viñedo de Colchagua donde se cultivan sus uvas sobre suelos volcánicos de origen coluvial.
En cuanto a su coupage este es un mezcla tinta en el amplísimo sentido de la palabra: 38% Syrah, 33% Carmenere, 8% Cabernet Sauvignon, 5% Carignan, 4% Malbec, 4% Garnacha, 3% Tempranillo, 3% Petit Verdot y 2% Mourvedre criado por 18 meses 75% en barrica de roble francés de primer, segundo y tercer uso, 15% en fudres y 10% en cubas de concreto.
Mezcla algo abrumadora que en lo práctico se reduce a un Syrah/Carmenere, coupage de bastante éxito en Colchagua y sobre todo Apalta (Vértice de Ventisquero es su mayor exponente), donde la cepa del Ródano aporta acidez y taninos mientras el Carmenere los equilibra, ambas variedades potencias su fruta negra y especiado en tanto las restantes, sobre todo las bordelesas, agregan notas de fruta roja.
Rubí de capa alta y traza violácea que en nariz, luego de una adecuada oxigenación, muestra mora, arándano, cereza, fresa, violeta, lavanda, provenzal, higos, mentol, humo, tabaco, carne cruda y algo de cassis.
Vino intenso y de fruta muy concentrada, acidez alta que aun así no logra generar fluidez dada el cuerpo voluminoso del mosto, taninos firmes, maduros y mentolados; final largo frutal y especiado.
Persistente, intenso y particularmente complejo, su único punto en contra es cierto desbalance en la relación entre su sobre madurez y acidez aunque subsanable con el maridaje adecuado.
Nota: 4,1 – Buen vino que destaca por su complejidad.
Respecto a este último ítem su compañía natural son carnes asadas o guisadas en especies o carnes blancas acompañadas de salsas de ajo o pimienta negra mi sugerencia: Garrón de cordero braseado junto a salsa de arándano o Arrollado Huaso acompañado de Ensalada Chilena de Ají Verde.

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