«Lo tercero es el grave invierno, la lluvia que amé, la caricia del fuego en el frío silvestre» (Pido Silencio – Pablo Neruda).

Una pieza de carne en su punto perfecto de cocción junto a un tinto de tanino sedoso sin duda es un muy buen maridaje, sin embargo si ambos se disfrutan al calor del fuego mientras la lluvia o la nieve se cuela por la ventanas el cuadro se transforma en un maridaje excepcional y Cascada de las Ánimas es el lugar perfecto para llevarlo a cabo.

Este centro recreativo y ecológico enclavado en lo alto del Cajón del Maipo, específicamente en la localidad de San Alfonso a 1.115 msnm, suele ser visitado en primavera, luego de iniciados los deshielos, por los amantes del rafting, en verano por quienes desean disfrutar de un asado junto al río y en otoño por aquellos que buscan caminar entre las hojas secas del bosque, pero sin duda los meses invernales es la mejor ocasión para escaparse a este rincón de la precordillera capitalina.

Si bien el recinto cuenta con varias modalidades de hospedaje que pasan por habitaciones en un Lodge, amplios Domos geodésicos y Suites emplazadas a un costado del río Maipo, sin lugar a dudas sus cabañas de estilo nórdico dispersas en medio del bosque son la mejor opción para quienes busquen disfrutar del calor del fuego tras regresar de sus caminatas, las demás opciones cuentan con estufas a gas de tiro forzado, y en especial para quienes desean visitar el lugar con sus mascotas pies es la única modalidad de hospedaje donde estas son permitidas.

Cada cabaña cuenta con su propio estacionamiento y quincho, indispensable para los fanáticos del asado, cocina perfectamente equipada, cómodas habitaciones que pueden cobijar de dos a ocho personas y se encuentran decoradas con los trabajos en madera y metal del artesano y escultor Sergio Andrade, también presentes en el Club Las Vizcachas, el restaurant Casa Bosque y la famosa Casa de Chocolate, y que se han convertido en parte de la identidad del Cajón del Maipo.

El privilegio de caminar en un bosque cubierto de nieve dependerá exclusivamente de la voluntad de la naturaleza pero Cascada de las Ánimas pone a disposición de sus huéspedes otros placeres invernales como puede ser disfrutar de un relajante baño en Tinajas Calientes a un costado del río, un chocolate caliente en su cafetería La Huertita de las Ánimas o una reconfortante cena junto a los amplios fogones y chimenea del restaurante La Tribu con especialidad en la más tradicional cocina chilena.
Como nuestro foco es el vino y su maridaje no podemos dejar de recomendar probar la enjundiosa cazuela de vacuno preparada en La Tribu con alguno de los tintos disponibles en el lugar, en su mayoría de Emiliana, o llevar nuestras propias botellas y darnos el gusto de preparar un filete a la Chateaubriand, descorchar algún Saint-Emilion y disfrutarlos junto a la chimenea de nuestra cabaña.