Quienes nacimos y crecimos en los cerros de Valparaíso de seguro recordamos que una década atrás inmensas filas de coloridos contenedores agrupados en torres de varios niveles de altura eran un componente habitual del paisaje en el borde costero. Este concepto que da cuenta de la vocación marítima y portuaria de la ciudad fue rescatado y puesto en valor en la propuesta arquitectónica de Winebox, uno de nuestros hoteles favoritos en la capital de la V región.

Dentro de cada uno de estos container dispuestos en perfecto orden e identificados con el nombre de alguna variedad de uva encontramos una moderna y bien implementada habitación de ecléctica decoración, que rinde honores al alma vintage porteña y a los coloridos grafitis que cubren sus calles, todas con balcón y algunas con terraza equipada con divanes y asadera.

Junto a su arquitectura nos encanta que se ubique fuera del característico circuito Cerro Concepción/Cerro Alegre, específicamente en la subida Baquedano del Cerro Monjas, lo que permite obtener una mirada más auténtica del devenir diario en los cerros porteños además de entregar espectaculares vistas de la bahía imposibles de apreciar en lugares mas densamente construidos.

Las mejores panorámicas se obtienen desde su Rooftop Bar, excelente lugar para disfrutar de un Negroni al atardecer o a la mañana siguiente recargarse de energías con un desayuno donde abundan granolas, jugos naturales, café de grano y huevos pochados.

Pero lo importante para nosotros los amantes del vino es que su nombre Winebox no es antojadizo, pues cada habitación cuenta con una amplia selección tanto de espumosos y blancos dentro del amplio frigobar como de tintos en pequeñas cavas donde se reúnen interesantes vinos de autor, producciones orgánicas y algunos clásicos de la enología nacional.

Sabemos bien que en muchos hoteles basta con acercarse al mini bar de la habitación para que nuestra tarjeta de crédito comience a temblar y por eso la buena noticia es que en Winebox todos los vinos ofrecidos tienen un costo prácticamente similar al que podemos encontrar en cualquier supermercado o tienda.

Cómodas habitaciones, magníficas vistas, los servicios de un hotel con la privacidad de un Apart, una experiencia más auténticamente porteña, su política pet friendly y la posibilidad de descubrir nuevos vinos mientras asamos una pieza de carne o pescado en nuestra terraza hacen de Winebox nuestra estadía preferida en Valparaíso.