
La vida del español Ángel Ceferino Carrión, quien quien adquiere la nacionalidad estadounidense bajo el nombre de Jean Leon, perfectamente podría dar pie al guion de una película sobre el «American Dream«.
Para quien desee interiorizarse de su biografía esta se encuentra relatada en detalle en la web de la bodega que lleva su nombre (www.jeanleon.com) pero a modo de resumen podemos señalar que se trata de la historia de un adolescente que huye de España para no ser reclutado en el ejército franquista cruzando a pie Los Pirineos rumbo a Francia desde donde, tras varios intentos fallidos, logra embarcarse como polizonte rumbo a Nueva York para luego radicarse en Los Ángeles.
En un principio se gana la vida como mesero en Villa Capri, restaurant copropiedad de Frank Sinatra y Joe Di Maggio, para prontamente convertirse en el hombre de confianza de la administración. Su carisma le permita trabar amistad con las estrellas del Hollywood de principios de los ’50 y particularmente con James Dean con quien se asocia para establecer su propio establecimiento gastronómico.
La repentina muerte del joven actor le obliga a continuar con su proyecto en solitario y de esta forma en en 1956 inaugura La Scala de Beverly Hill el que no tardará en convertirse en el epicentro del jetset californiano de la época, contando a Marilyn Monroe, John Kennedy, Zsa Zsa Gabor y Marlo Brando entre sus habituales comensales, y cuyo predominio en la escena gastronómica de la costa oeste se mantendrá hasta avanzada la década de los ’80.
En materia enológica la bodega de La Scala llegó a albergar más de 25.000 botellas de los vinos más reputados del mundo lo que motivó a Jean Leon a producir mostos que llevaran su nombre y que se igualaran en calidad a aquellos que repletaban sus cavas. Para ello adquirió terrenos en Penedés en los que fundó su bodega y viñedos sin embargo para sorpresa de los viticultores catalanes reemplazó las cepas autóctonas en primera instancia por Cabernet Sauvignon al que luego agregó otras variedades francesas.
La decisión del empresario fue ampliamente cuestionada y contó tan solo con el apoyo de Jaume Rovira, un joven estudiante de enología que contaba con tan solo 21 años al momento de hacerse cargo de la producción de la bodega que tuvo su primera cosecha en 1969.
Aunque la industria vitivinícola hispana apostó por el rotundo fracaso del proyecto en 1993 la añada ’83 del entonces llamado Jean Leon Gran Reserva (hoy Vinya La Scala) fue mencionado dentro de los diez mejores Cabernet Sauvignon del mundo, éxito que redundó en la masificación del cultivo de uvas francesas en Catalunya y el resto de España.
Vinya Le Havre Cabernet Sauvignon Reserva, que toma su nombre en honor al puerto francés desde donde Jean Leon se embarcó a los Estados Unidos. es un ensamblaje 85% Cabernet Sauvignon y 15% Cabernet Franc criado 12 meses en barricas de roble francés y estibado dos años en botella antes de ser lanzado al mercado.
Un vino que expresa muy bien el espíritu y visión del carismático fundador de la bodega mostrándose equilibrado, persistente, intenso y complejo, puede pararse de igual ante cualquier par proveniente de Napa, Maipo, Stellenbosch y buena parte de aquellos oriundos del Médoc.
A la redondez de su propuesta los quince años transcurridos desde su cosecha le han otorgado una interesante evolución que además de ampliar su paleta aromática le confiere una profunda elegancia que transforma su descorche en un verdadero placer que se inicia con su hermoso tono teja que da cuenta de su edad, aromas de ciruela madura, berries secos, regaliz, especias y aún suaves terciarios en forma de setas y piso forestal, y una boca donde abundan fruta madura y dátiles, taninos sedosos y acidez punzante que dan cuenta de que aún mantiene intacto su potencial de guarda.
Los vinos son momentos e historias así que recomiendo descorchar este vino al compas de alguna canción de Frank Sinatra o Dean Martin idealmente en vinilo o mientras le da una mirada a algún clásico de la era dorada de Hollywood.

