Felipe García, nombre consular dentro del Movimiento de Viñateros Independientes en Chile, siempre ha buscado rescatar la expresión del terroir en sus vinos y profundizando en este concepto desde hace un par de añadas se ha dedicado a explorar como una misma variedad pude entregar distintos perfiles según el terruño de donde provenga.

Su histórico Sofía Pinot Noir, nombre heredado desde su época inicial en García & Schwaderer, a pasado a llamarse «Casablanca» a secas para ser acompañado de sus hermanos «Limarí» y «Malleco», al igual que Marina Sauvignon Blanc que hoy encontramos con origen en Casablanca y Algarrobo.

Limarí es tierra de vinos marcadamente minerales gracias a sus suelos de carbonato de calcio, mientras los casi 40° Sur de Malleco permiten que destaquen las notas de fruta roja fresca, en tanto Casablanca nos entrega el perfil más clásico de la cepa en nuestro país.

Pinot Noir Casablanca proveniente del sector Las Dichas, uno de los más fríos del valle, se nos muestra de un hermoso tono rubí medio y una nariz que entrega fresa, granada, zarzaparrilla, caramelo, cuero y suave almendra tostada. En tanto su boca es fresca, frutal y ligera, de acidez alta pero sutil en su ataque, con sabores de frutas rojas achocolatadas en su final.

Vino de muy buen equilibrio entre su carga frutal y acidez, persistente en su final, intenso en sus notas y con una muestra clara de la complejidad de la cepa en el valle.

Nota: 3,9 – Buen vino con buena muestra de tipicidad y una muy bien lograda elegancia.

Excelente opción para acompañar guisos ligeros y proteínas marinas asadas al fuego como el clásico Cancato de Salmón.