Hace algunas añadas Casa Silva dio un interesante giro en sus vinos al reducir considerablemente la sobre extracción y presencia de madera. Si bien este cambio los ajusta a un perfil más a tono con las actuales tendencias no deja de tener sus riesgos para sus cultivos en el viñedo Los Lingues.

El roble además de permitir una oxidación controlada del mosto que suavice su acidez y carga tánica aporta aromas y sabores de tostado que pueden ayudar a ocultar alguna falta de madurez en las uvas, la que en el caso de Carmenere, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon se expresa en la presencia de un molesto descriptor de pimentón verde en nariz y boca.
Si bien la correcta madurez puede ser un tema sensible en Los Lingues por las frías ventoleras que descienden del cañón del alto Tinguiririca hasta el momento la apuesta por vinos más «desnudos» ha sido exitosa y sobre todo en sus Cabernet Sauvignon que tienen a Single Block S38 como el principal exponente de la bodega,
Vino de brillante tono rubí, ribete púrpura y borde claro en cuya nariz encontramos mora en compota, arándano, guinda, ciruela roja, aceto balsámico, algo de dátiles y suaves herbáceos.
En boca es de potente estructura pero lejos de pecar de excesivo grosor gracias a su acidez media+; tanino firme y robusto con dejo de caramelo; final con café expreso y notas tostadas que en ningún caso cubren el predominante sabor a fruta negra.
Cabernet Sauvignon equilibrado tanto en nariz como durante su paso en boca; de persistencia media+, notas intensas y buena complejidad que debería ampliarse con la evolución en botella que posibilita su potencial de guarda de al menos una década.
Nota: 4,2 – Uno de los muy buenos exponentes de la cepa en Colchagua y con amplio potencial de mejora.
Buena opción para acompañar quesos maduros, charcutería, pastas rellenas o bañadas en salsas rojas, carnes asadas o guisos de intenso sabor. Nuestra recomendación es descorcharlo en compañía de Goulash de Cordero sobre gnoquis en salsa de quesos.

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