Los vino tintos de Tarapacá no son aptos para veganos, no sólo porque se utilice albúmina de huevo o colágeno animal en su clarificación (como lo hace la gran mayoría de los productores a nivel mundial) sino porque tan sólo una gruesa y jugosa pieza de carne asada es capaz de equilibrar el peso en boca de estos mostos maduros, gruesos, maderosos y tánicos

La corpulenta propuesta de esta bodega es su sello histórico mucho más allá de modas o tendencias, ha permanecido inalterable a pesar de sus numerosos cambios de propietario, no se vio afectada por el traslado de su viñedo desde el terroir de Macul a Isla de Maipo y su exitosa presencia en las góndolas de nuestros supermercados es clara señal de que la opinión de la crítica, hoy inclinada a favor de tintos ligeros y frutales, poco es tomada en cuenta por la gran masa de consumidores.
Este «Tarapacá Style» queda perfectamente reflejado en su Etiqueta Negra Gran Reserva Cabernet Sauvignon, sin dudas el buque insignia de la bodega, hecho en base a uvas del curso medio del Maipo y con 14 meses de crianza en barricas de roble francés y americano.
Vino rubí profundo de ribete púrpura, traza violácea y gruesas lágrimas propias de su alto contenido de alcohol.
Su nariz nos entrega grosella, ciruela negra, arándano, yogur de mora, regaliz y clásico mentol además de aportes de barrica en forma de clavo, canela anís, cedro y tabaco.
En boca, como ya hemos dicho, maduro, corpulento y terroso; acidez media+ que ayuda a fluidizar su cuerpo; tanino firme, sedoso y de suave dulzor; final medio con bastante fruta negra pero también notas de cacao y madera que apagan su persistencia.
Su acidez es indispensable para presentar equilibrio que aún así necesita la ayuda de comidas grasas para anular la presencia de sus maderosos taninos; persistencia media como ya se indicó; marcada intensidad, que definitivamente es su punto más fuerte, y una buena muestra de la complejidad de los vinos del Maipo Entre Cordilleras.
Nota: 3,6 – Buen vino en su estilo y con el acompañamiento adecuado, sin este último puede resultar demasiado grueso y sobre extraído.
Como ya hemos señalado este Cabernet Sauvignon es un parrillero por excelencia y resulta perfecta compañía de cualquier pieza de carne a las brasas aunque sin dudas su mejor maridaje es al lado del jugoso corte rey de la parrilla sudamericana: el Asado de Tira.

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