Maria Pinto es una comuna rural enclavada entre los cerros de la Cordillera de la Costa en el extremo occidental de la región metropolitana, que para la gran mayoría no pasa de ser un nombre presente en los letreros camineros de la ruta que une Santiago y Valparaíso, ya que por su ubicación y las carreteras que la rodean naide «pasa» por María Pinto y a ella llegan sólo aquellos decididos a encontrarla.

Aunque en la zona abunda la actividad hortofrutícola, tan solo algunos pequeños viñedos se encuentran presentes en la comuna dedicados principalmente a la producción de vinos de mesa, destacando este estos el proyecto familiar de la familia Atabales que con la asesoría en sus de la célebre dupla García & Schwaderer y bajo el nombre de Starry Night nos entrega de calidad superlativa que no dejan de sorprender a quienes los degustan.

Este vino, vendimiado y vinificado a escala humana, se nos muestra de un profundo tono púrpura de trazas violáceas y que en su nariz nos entrega arándano, maqui, cereza, regaliz, oliva negra, menta, cuero y humo.

En boca nos encontramos con un mosto intenso y elegante, de acidez punzante, tanino firme y frutal.

Vino de perfecto equilibro, lo que no siempre es sencillo dada la intensidad de sus notas, complejo en nariz y de larga y grata persistencia.

Nota: 4,4 – Excelente ejemplar de Syrah en un terroir de transición entre clima cálido y frío.

Su maridaje abarca todo el clásico catálogo del Syrah, como el caso del asado de cordero y las preparaciones particularmente especiadas. Sin embargo la fluidez de su cuerpo también le permite acompañar preparaciones algo más livianas como las barbacoa de ave incluso acompañada de salsa blanca al más puro estilo Alabama Chicken BBQ.