Un clima frío que permita conservar una acidez chispeante es la clave detrás de un buen espumante. En este sentido y para que nos hagamos una idea si extrapolamos a nuestro hemisferio los terroirs de las más afamadas burbujas europeas Champagne estaría ubicada en la latitud de Punta Arenas, Veneto, hogar del Prosecco, en Coyhaique y el «más cálido» Penedés en Puerto Montt.
Obviamente la realidad no es tan simple como situarse en latitudes equivalentes pues en Europa la influencia del Mediterráneo y la corriente del Caribe regulan la temperatura en Europa a pesar de su proximidad con el ártico mientras la corriente de Humboldt y los campos de hielo patagónicos enfrían el sur del mundo más allá de los efectos de la latitud; pero lo cierto es que en lo que a burbujas refiere: nos falta frío.
Sin embargo alejarnos del Ecuador no es la única forma de regular el calor. Cuando subimos una montaña ascender 166 metros es similar a desplazarnos 180 kilómetros hacia el polo en términos de temperatura promedio y esto la han entendido muy bien los productores argentinos quienes trepando a los altos valles andinos se han propiciado del terroir óptimo para sus burbujas.

Bodega Salentein fue uno de los primeros productores en apostar por las alturas del valle de Uco como regulador térmico a fin de obtener un Malbec más ligero y elegante pero prontamente esta experiencia derivó en sobresaliente vinos espumosos que en Alyda Cuvée Prestige tienen su máxima expresión pero que ya desde su etiqueta Cuvée Excepcionelle entrega muestras de la extraordinaria calidad de sus coupages.
Cuvée Excepcionelle Brut es producido bajo la tutela del enólogo José Galante mediante método tradicional, o segunda fermentación en botella, en base a un ensamblaje 60% Chardonnay y 40% Pinot Noir.
Espumoso de delicado tono rosado pálido de burbuja pequeña, abundante y buena persistencia, cuya nariz nos entrega manzana verde, suave cereza, cítricos, miel y una delicada nota a pan tostado propia de los vinos de este estilo.
En boca cuerpo fresco, seco y ligero pero sin perder una buena cuota de untuosidad que se manifiesta en cremosa textura. Acidez alta y un equilibrado final donde los suaves amargos lejos de resultar molestos redundan en un mayor balance.
Vino de muy buen equilibrio, grata persistencia, intensidad media en sus notas y correcta muestra de complejidad.
Nota: 3,5 – Espumoso correcto que destaca por su balance entre frescor y cremosidad.
Además de su obvia condición de aperitivo su frescor le permite ser un perfecto maridaje para fritos de estilo One Finger Food como camarones apanados, calamares a la romana o rollos asiáticos tipo Nems vietnamitas.

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