Confieso que suelo tener mis reparos con los Carmenere del Maipo. Aquellos que proceden del curso medio y alto del río suelen mostrar una marcada sobremadurez que engrosa en demasía su cuerpo mientras los que se cultivan río abajo, en las comunas de Melipilla y San Pedro, muestran su faceta contraria con un excesiva presencia de pirazina. que comúnmente asociamos a pimiento verde, debido a un clima más frío. Sin embargo existe otro Maipo, uno ubicado a más de noventa kilómetros del curso del afluente que nos entrega un Carmenere que nada tiene que envidiar a aquellos cultivados en Peumo o Apalta.

Presumido nace de los viñedos que Casa Bauzá posee en Batuco, una tierra hasta hace muy poco inexplorada para la vitinicultura, y que por su ubicación debería considerarse valle de Colina o Chacabuco pero que administrativamente pertenece a la Región Metropolitana por lo que de acuerdo a nuestra norma debe etiquetarse como Maipo.

89% Carmenere con aporte de un 6% Cabernet Sauvignon y 5% Carignan, es envejecido durante doce meses en barricas de roble francés muestra consistentemente añada tras añada un punto de perfecto de madurez sin sacrificar en demasía su preciada acidez que brinda la fluidez necesaria para resultar muy grato de beber.

Vino de profundo tono rubí y traza púrpura en sus primeros años. En su exquisita nariz frutal expresa ciruela negra, arándano, cereza, cedro, suave pimienta negra, especias, cacao, caramelo y pimiento rojo asado.

Frutal y maduro en boca, intenso en cuerpo pero muy bien equilibrado en su acidez media alta; tanino sedoso y especiado, cálido final que además de su fruta negra suma notas de mokka y especias.

Perfectamente equilibrado en todos sus aspectos, final de larga persistencia, intenso en sus notas y con una amplia muestra de la complejidad propia de la cepa.

Nota: 4,4 – Uno de los mejores Carmenere nacionales, de excelente relación precio/calidad, insólito y sorprendente en su origen y al que sólo le queda mostrar sus cartas de evolución en botella para graduarse como un gran vino.

Como ocurre tradicionalmente con los Carmenere su maridaje natural se encuentra en clásicos de la cocina nacional como empanadas, pastel de choclo o costillar de cerdo asado, pero su elegancia lo vuelven un vino particularmente elegante que también brilla junto a ratatouille, quiche, guisos de larga cocción y toda clase de quesos, siendo nuestra recomendación servirlo junto a un Camembert Horneado acompañado de frutos rojos.