Quienes han tenido la oportunidad de conocer el Parque Nacional Fray Jorge son testigos del milagro surgido de la «Camanchaca» como es encontrar un bosque de selva valdiviana en las mismas puertas del desierto.

Muy cerca del lugar esta niebla matutina que refresca casi a diario la árida tierra bajo su paso da vida al viñedo Talinay donde Viña Tabalí cultiva sus variedades de clima frío a doce kilómetros de la costa del Pacífico sobre suelos ricos en carbonato de calcio, sustrato preciado en las mejores regiones vitivinícolas del mundo.

Estas condiciones favorecen sobre todo a la Chardonnay, pues por suelo, humedad y clima replica en parte su hábitat natural en el noreste de Francia produciendo vinos tensos y minerales cuyo volumen, en el caso de Talinay, se resalta con una crianza de once meses en barrica de roble francés.

Vino amarillo pajizo traslúcido de traza dorada en cuya nariz nos entrega manzana verde, lima, durazno blanquillo, pomelo, papaya, sílice, pedernal y muy suave dejo láctico.

En boca se muestra seco, fresco, untuoso pero de buena fluidez gracias a su acidez alta, sabores de fruta blanca y cítricos con marcada presencia salina en su final.

Gran equilibrio entre fruta y barrica que permite expresar correctamente su origen, grata persistencia, marcada intensidad y una compleja paleta aromática que revela a cabalidad un Chardonnay de Nuevo Mundo.

Nota: 4,2 – Un Chardonnay redondo en todos sus aspectos, donde el roble no es protagonista y hay una perfecta expresión de origen.

Su mundo son guisos ligeros, platos frío con buena cuota de crocancia y sobre todo comida marina, desde un ceviche de camarones a recetas de pescado azul como una Caballa al Horno.